Publicado por Reyna Echenique
En el mundo digital actual, las firmas electrónicas y digitales han ganado un papel protagónico. Sin embargo, es importante comprender las diferencias significativas entre ambas para utilizarlas de manera adecuada según tus necesidades. En este artículo, profundizaremos en los detalles que las distinguen.
La firma electrónica es cualquier representación electrónica de una firma manuscrita realizada en un dispositivo electrónico como una tableta, smartphone o computadora mediante una aplicación App para firma de documentos en PDF. Puede ser tan simple como escribir tu nombre o iniciales en un documento digital. Si bien es conveniente y rápida, carece de medidas de seguridad sólidas. Cualquier persona podría falsificar fácilmente este tipo de firma, lo que la hace poco confiable para asuntos legales o transacciones de alto riesgo como lo es la firma de de un contrato de compra o venta de inmueble.
Por otro lado, la firma digital es una solución mucho más robusta y segura que utiliza tecnología de criptografía avanzada. Implica el uso de certificados digitales emitidos por una Autoridad Certificadora (CA) de confianza, los cuales vinculan de manera única e inequívoca la firma con la identidad del firmante, en la República Dominicana a través de Digifirma servicio que brinda la Cámara De Comercio de Santo Domingo se puede optar por la certificación de tu firma digital si así lo deseas. Esto brinda autenticidad e integridad al documento, asegurando que no ha sido alterado desde que fue firmado.
Un aspecto importante de la firma digital es que cumple con estrictos requisitos legales de seguridad en la mayoría de los países. Por lo tanto, tiene plena validez jurídica para firmar contratos, documentos oficiales, transacciones financieras y cualquier gestión que requiera un alto nivel de confiabilidad y respaldo legal vinculante.
En contraste, la firma electrónica simple se considera más informal y adecuada para casos de bajo riesgo como enviar un correo electrónico, rellenar un formulario en línea o aprobar una nota interna en la oficina, donde la preocupación principal es la conveniencia y no tanto la seguridad.
En resumen, si necesitas comprobar legalmente la identidad del firmante y garantizar la integridad de un documento importante, la firma digital es la opción más confiable y recomendada. Sin embargo, si se trata de gestiones rápidas e informales de bajo riesgo, la firma electrónica simple puede ser suficiente. Entender esta diferencia clave te permitirá elegir la solución más adecuada según tus necesidades específicas.
Escrito por :
Reyna Echenique
Abogada Inmobiliaria | Realtor | Coach